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Tierramor, ejemplo de granja
autosustentable


Hay casos que hacen válido el lema “es posible vivir de otra manera”. Uno de ellos es Tierramor, una empresa familiar inspiradora para quienes pretendemos asumir la permacultura como modo de vida.

    Los fundadores de Tierramor comenzaron su labor en 1999. A la fecha esta pequeña granja, situada en el poblado de Erongarícuaro, Michoacán, en la ribera del lago de Pátzcuaro, constituye uno de los espacios permaculturales más sólidos en México. Sus creadores no se han quedado en el disfrute vanidoso e individualista de lo logrado con tanto trabajo, sino que lo comparten de manera generosa, haciendo una labor social trascendente.

    Marina Ortiz y Holger Hieronimi, los fundadores entre cuyos frutos se cuentan tres hijos criados bajo los principios éticos y ecológicos de la permacultura, explican en su sitio web (http://www.tierramor.org/):
“Nuestro trabajo es una fusión de conocimientos y experiencias adquiridas en el ecodesarrollo y las terapias alternativas durante más de 20 años. Es una búsqueda para vivir regenerando los ecosistemas y restableciendo las conexiones vitales, de las cuales todos dependemos para sobrevivir , en lo ecológico, social, emocional y espiritual. Nos guía, como el nombre sugiere, el amor y el respeto hacia la madre tierra y todas las expresiones de vida en ella”.

    Aparte de construir con sus propias manos su casa, con adobe y otros materiales ecológicos, han desarrollado el huerto donde obtienen los vegetales, e imparten talleres, cursos y seminarios, donde abordan: desde ecología profunda, terapia floral de Bach, hasta aspectos prácticos de la vida en las granjas ecológicas y en las ecoaldeas.

    Con base en esas experiencias han reunido una extensa documentación escrita, fotográfica y en video acerca de temas de gran interés, como: la agricultura orgánica y regenerativa en parcelas ejidales, una experiencia familiar. Construcción de dos cisternas de ferrocemento artesanal (fotogalería con explicación del proceso).
Hortalizas escolares ecológicas, cómo producir nuestros alimentos. Agricultura orgánica campesina, proyecto de agricultura orgánica en tierras ejidales del pueblo de Arocutín, Michoacán (galería fotográfica). Proyecto de hortaliza escolar en el Centro Educativo Pátzcuaro. Han impartido cursos y talleres de diseño integrado y permacultura.
También cuentan con la memoria del proceso de establecimiento de la mini granja familiar, que incluye conocimientos prácticos sobre sanitarios secos y composteros, reunidos durante más de 15 años utilizando sanitarios que funcionan sin agua. Al respecto describen cuatro modelos de sanitarios secos y composteros y experiencias en su construcción y manejo.

    Otros documentos que han generado son: manejo sustentable del agua en casas familiares en zonas rurales de México. Proyecto de hortalizas comunitarias y permacultura en la ecoaldea Huehuecóyotl. Paisajes comestibles huertos y hortalizas caseras.

A todo este material se puede acceder en el sitio web de Tierramor, referido líneas arriba.



Cucarachas

En lugares con clima templado, como del que provengo, las cucarachas son relativamente escasas, y su presencia en una vivienda suele interpretarse como falta de higiene de sus habitantes. Ahí miden unos dos centímetros las más grandes. Pero en el trópico, como aquí en Veracruz, las cucarachas adultas miden normalmente seis o siete centímetros y lo invaden todo, por lo que se acostumbra uno a verlas hasta en lugares limpios.

Leí que en inglés cucaracha se escribe cockroach; al parecer es una onomatopeya del sonido que producen al aplastarlas. Efectivamente, las grandes y gordas más o menos así suenan, y me producen asco, por lo que evito acabar con ellas de esa manera, como lo hace la mayoría de la gente aquí. Confieso que en esta ciudad he desarrollado una manía: cuando veo cucarachas siento como si me recorrieran el cuerpo y empiezo a revisarme si no se me subió alguna, como dos o tres veces me ha pasado, y siento el cosquilleo de sus patas varios minutos después de aventarla lejos.

Parece que adivinan mi aversión por ellas y se presentan a la menor oportunidad. Hace unos días vi una en mi negocio, tomé la escoba para batearla hacia afuera y se metió detrás de un mueble. Iracundo, olvidando mis pretensiones ecologistas tomé un bote de insecticida en spray y rocié el lugar en abundancia. De inmediato salieron del mismo rincón más de 20 ejemplares de las más grandes. Traté de conservar la calma frente a la estampida, pues en ese momento entraba una clienta a comprar algo; la recibí aparentando normalidad, y en eso sentí la sensación de unas patas de cucaracha en la parte trasera del cuello. Pensé que era mi imaginación pero no, ¡sí era una cucaracha, gorda, con las alas abiertas! Al sentir mi mano salió volando hacia la clienta, que sólo se hizo a un lado y evadió al insecto con naturalidad.

Cuando salió la clienta, tomé la escoba, aplasté a cuanta cucaracha encontré en mi camino y las eché en una bolsa con ayuda de un recogedor. El resto del día sentí patas del bicho que me recorrían todo el cuerpo. Tal vez fue mi castigo por el cucarachicidio que cometí. Luego me puse a investigar acerca de este insecto, para racionalizar mi idea acerca de él y evitar que mi obsesión se convierta en fobia, lo cual sería una desgracia, pues en Veracruz cucarachas hay hasta en la sopa.

Leí acerca de su gran capacidad de sobrevivencia, que probablemente las haría los últimos seres vivos en la tierra después de una catástrofe nuclear; que tienen millones de años de adaptación, que son los insectos más longevos, algunas especies, como la rinoceronte, la más grande (15 centímetros) viven hasta diez años. La velocidad que desarrollan corriendo, equivale a 300 km/h en el hombre. También, que es muy difícil acabar con ellas; hay mil métodos, pero ninguno cien por ciento efectivo. Y menos mal, porque, como todos los seres de la naturaleza, las cucarachas cumplen una función en el ciclo de la vida. Consumen desperdicios y a su vez son alimento de aves, roedores, e inclusive de personas en algunos países. Es un error pensar en exterminarlas, si bien debe evitarse que se conviertan en plaga. Hay maneras de hacerlo sin dañar el medio ambiente con insecticidas químicos. Leí al respecto acerca del “método budista” (en el sentido de que no se mata intencionadamente a las cucarachas, sino que éstas simplemente se mueren): consiste en hacer una pasta mezclando leche con dos cucharadas colmadas de bicarbonato de sodio, cuatro o cinco partes de harina de trigo y una parte de azúcar. A continuación se hacen pequeñas bolas y se introducen en los lugares donde se cree que merodean las cucarachas. Como éstas no pueden eliminar el CO2 de su estómago, al consumirlo, explotan por acumulación de gases.

Publicado por Croto para Refugio del croto el 6/12/2011



Las guerras del bacalao en Europa



Cada año barcos pesqueros se ven forzados a desperdiciar toneladas de bacalao fresco recién pescado debido a la actual legislación europea.

Las leyes que operan en territorio marítimo de la Unión Europea pretenden proteger la reserva de bacalao en Europa del norte, sin embargo, en la práctica esta ley ha provocado ecocidio e indignación por parte de pescadores y organizaciones ecologistas.

La UE impone un límite legal de captura de bacalao. A los barcos pesqueros se les permite capturar sin límite otras especies marítimas con el afán de promover su comercialización y consumo, ya que el consumo excesivo de bacalao en Europa occidental a puesto en peligro dicha especie. Así, cualquier barco que rebase el tope diario permitido de bacalao al llegar a los estrictamente supervisados muelles será severamente multado.

Hasta este punto este recuento parece armonioso, pero cuando se pasa de la teoría a la práctica la implementación de la ley carece de todo sentido. En los mares del Atlántico norte, Canal de la Mancha y el Báltico el pez más abundante sigue siendo el bacalao y por mucho, lo que significa que los pescadores procurando pescar suficiente pescado de especies no protegidas, sus redes capturarán también cientos de piezas de bacalao debido a que las técnicas empleadas en lo general imposibilitan la diferenciación de los tipos de pescado antes de su captura. De esta manera, por cada tonelada de pescado capturado, más del 50% será bacalao por lo que el límite permitido será rápidamente rebasado si es que el barco pesquero pretende obtener la suficiente carga de peces no protegidos para hacer que valga la pena la jornada. Pero, qué pasa con el exceso de bacalao? De ser desembarcado los pescadores serían seriamente penalizados. Entonces la solución más práctica es arrojarlo ya muerto de regreso al mar.

Esta escena ejemplifica lo que acontece día con día, por lo que la ley Europea opera de manera completamente ineficiente provocando que miles de piezas de bacalao ya muerto sea devuelto al mar, encareciendo la especie en el mercado, afectando a la ya de por si débil industria pesquera y fallando en su cometido de proteger a esta especie marítima.

Si te interesa conocer más acerca del tema te recomendamos que visites la página oficial de la organización no gubernamental que encabeza el reconocido chef y ecologista británico Hugh Fearnley-Whittingstall (http://www.fishfight.net/ ).


VIDEO

 Ve el video de la campaña de Hugh por youtube (disponible unicamente en inglés, disculpe la inconveniencia.



En el bosque de niebla,
educación para la vida sostenible


Una de las comunidades donde realmente se aplica la permacultura en México es la que fundó la cooperativa Las Cañadas, ubicada en el bosque de niebla de Huatusco, en el centro del estado de Veracruz. Su finalidad, afirman sus integrantes, es aprender, aplicar y compartir una forma sostenible de vida, desarrollando soluciones creativas. Entre sus actividades, ofrecen cursos y talleres “para facilitar a otros el camino hacia una vida sostenible”.


En Las Cañadas cuentan con un vivero donde producen plantas comestibles o útiles, e inclusive ofrecen un catálogo, disponible para quien desee comprar dichas plantas a precios muy accesibles. A este catálogo se puede acceder en el sitio de la cooperativa, cuya dirección se incluye al final de este artículo. También cuentan con un catálogo de semillas. Explican que la pérdida de la biodiversidad cada día es mayor; es difícil encontrar variedades criollas, resistentes y de polinización abierta. Las grandes compañías que dominan el mercado de las semillas no tienen interés en la conservación de la diversidad. Distribuyen semillas híbridas, mejoradas o transgénicas, que están adaptadas a los agroquímicos.


“Nosotros no queremos comprar semillas a las grandes empresas, que para producirlas no tienen ningún cuidado con la tierra. Queremos seleccionar variedades adaptadas a nuestra zona y a nuestras necesidades. Por eso creamos la Red Semillas”. Algo importante es que en esta actividad, de producir semillas a la manera tradicional, participan comunidades campesinas de la zona.


Ofrecen cursos y actividades a grupos de estudiantes de todos los niveles con el objetivo de reforzar sus conocimientos teóricos e inculcar en ellos la conciencia ecológica. También rentan cabañas por día. Los visitantes realizan recorridos a sitios cercanos y participan en actividades como siembra en el huerto.


Cumpliendo con su principio de ser un centro de educación para la vida sostenible, los cooperativistas de Las Cañadas organizan diversas actividades durante las estadías de grupos de visitantes: presentación de los audiovisuales El proyecto Las Cañadas, La huella ecológica y Cómo construir sanitarios ecológicos; recorridos por el centro agroecológico y por el bosque de niebla, demostración de ecotecnologías, taller de composta, clase de conservación de suelos y ganadería sostenible, visitas al banco y al huerto de producción de semillas.


http://www.bosquedeniebla.com.mx/












Permacultura, para cuidar
a la gallina de los huevos de oro

Por: Othón "Croto"                                                                                                                Mayo, 2011
La permacultura puede definirse como un conjunto de conocimientos y prácticas que permiten vivir con autonomía de los sistemas productivos “modernos”. Su principio fundamental es preservar y mantener saludable a “la gallina de los huevos de oro”: la naturaleza. Es decir, utilizarla pero sin acabar con ella.

La permacultura fue concebida en los años 70 del siglo XX por los científicos naturalistas australianos Bill Mollison y David Holmgren. Actualmente se ha convertido en un movimiento a escala mundial, integrado por personas que buscan una alternativa a la forma de vida humana que ha desembocado en la crisis ambiental que amenaza a nuestro planeta, provocada por un sistema que sólo toma en cuenta la ganancia económica sin preocuparse
por las consecuencias. Basta con mencionar como ejemplos el uso de la biotecnología para producir alimentos transgénicos y la llamada revolución verde, cuyos métodos industriales han dejado inservibles extensas áreas de cultivo en todo el mundo y el consecuente empobrecimiento de los campesinos.

La permacultura involucra de manera integral, aspectos de diseño de viviendas, agricultura, ecología y economía, entre otras disciplinas. Sin embargo, se basa en gran medida en el sentido común y en el conocimiento tradicional de los pueblos, por lo cual cualquier persona dispuesta a vivir en armonía con el medio ambiente y que quiera aportar algún beneficio a la humanidad puede convertirse en permacultor.



La ecoaldea Huehuecóyotl se ubica cerca del pueblo
de Santo Domingo Ocotitlán, perteneciente al municipio de
Tepoztlán, Morelos, aproximadamente a hora y media de la
ciudad de México.

De esta manera, sin grandes títulos, se es permacultor al cultivar un pequeño huerto doméstico sin utilizar plaguicidas ni fertilizantes químicos, o al asumir prácticas éticas de comercio justo, alimentación saludable y búsqueda de alimentos orgánicos en los mercados populares en vez de los supermercados trasnacionales. También, al evitar el consumismo, el derroche y la vida suntuosa se está siendo permacultor.

En este espacio pretendemos acrecentar nuestro conocimiento en permacultura, compartir los resultados de esta búsqueda y difundir la práctica de esta forma de vida.

Al hablar de permacultura como movimiento social, no nos referimos a una bella utopía, sino a una realidad presente en todo el mundo. Afortunadamente México no es la excepción. En diversos puntos del país, desde hace más de 30 años funcionan comunidades cuyo funcionamiento y pervivencia se debe a los principios de la permacultura. En este espacio presentaremos en cada entrega información de esas comunidades, denominadas acoaldeas, y de personas que de una u otra forma aportan en su vida diaria su granito de arena al desarrollo de la permacultura, y con ello al mantenimiento de la vida en el planeta. Sólo resta aclarar que la permacultura no está reñida con el disfrute de la naturaleza, al contrario, pretende que un lugar hermoso, que nos llena de paz interior y armonía, siga siéndolo, en vez de utilizarlo como una mercancía desechable, como por desgracia sucede en la práctica del turismo convencional.


Ecoaldea Huehuecóyotl

La ecoaldea Huehuecóyotl la creó un grupo de personas de varias nacionalidades, dedicadas a modelar e investigar un estilo de vida basado en la ecología, las artes, la verdadera democracia y la práctica de métodos de salud holística que se dirigen al bienestar de los individuos y las comunidades. Se definen como “una verdadera ecoaldea de soñadores” en busca de “armonizarse con la tierra, la naturaleza y con todas sus formas de vida”. Sus actividades buscan la salud física, emocional y espiritual.

Ofrecen programas de educación ambiental y de salud, para lo cual organizan cursos, talleres y retiros. Dan especial atención a su relación con sus vecinos de Santo Domingo Ocotitlán, un pueblo de campesinos indígenas que viven en la extrema pobreza. También mantienen contacto con el municipio de Tepoztlán, pueblo ubicado en las laderas de la cordillera del Tepozteco y el corredor biológico Chichinautzin.

Desde su fundación en 1982, Huehuecóyotl  ha fomentado el uso de tecnologías apropiadas, la facilitación por consenso, las artes, la artesanía, la permacultura, estudios de las culturas indígenas, las redes de comunicación y el ecoturismo.

Actualmente esa comunidad cuenta con aproximadamente 20 miembros residentes y un número variable de miembros asociados, que pasan desde una semana hasta varios meses, como aprendices o rentistas. También tienen una membresía informal de voluntarios provenientes de varios países.

Los integrantes de Huehuecóyotl están afiliados al Consejo Biorregional de las Américas, el Consejo de Guardianes de la Tierra, la Red de Ecoaldeas de las Américas (ENA) http://ena.ecovillage.org/ la Red Global de Eco-aldeas (GEN) http://www.ecovillage.org, entre otras organizaciones afines.



½ ambiente
Por: Gabriel Lara Klahr


Por qué se ha de tener consideración por el medio ambiente? Para que éste tenga consideración de nosotros, se dirá. Temor y conveniencia, son lo que encaja, lo que mueve a la mayoría.

El tocador, la recámara, cocina, auto, celular y computadora propios no nos causan temor, por el contrario, resultan ama-bles..

Se sabe que dependemos de que el medio ambiente esté bien para tener salud y que la tengan los hijos.

Pero no es suficiente. Cuántos creen, o se ocupan del medio ambiente. Se enaltece la hermosura de las playas o lugares exóticos y dase vuelo a los suspiros y al instinto evocador. Se concede valor a todos los sermones que los apasionados arguyan en pro de las cosas de la naturaleza. Pero francamente el asunto es extraño, no se tiene presente, no inquieta, no se piensa diariamente en él. Esas cuestiones conciernen más a gente que trabaja en conservación de recursos y fauna o como se de en llamar.

Probablemente, el argumento a favor de la ecología más conocido sea la preservación de nuestro planeta para bien de las generaciones futuras. Está bien. Hacer lo que se pueda. Tratar de entender todo ese entorno, todos esos seres extraños en su propia casa, llámense como se llamen, y por caprichosos que sean, por incómodos, demandantes y hasta peligrosos. En verdad se preferiría que la cuestión fuera más práctica, es decir, que los glaciares, las estepas, las selvas, mares y ríos, etc. y toda la fauna y flora aguardara ahí donde está, para tomarles fotos y salir en películas. De los paisajes siempre habrá tiempo de ocuparse. No se desprecia una buena puesta de sol, un reportaje sobre animales y cosas del campo.

Es posible vivir de otra manera‏
Por:Othón "Croto"



Ecología, término incómodo. Términos relativos, medio ambiente, ecosistema, naturaleza, fauna, flora, recursos naturales. Poco tienen que ver estas cosas con aquello que nos ocupa día y tarde: la importancia individual.
El riesgo de colapso ambiental que enfrentamos actualmente por el sistema de vida que llevamos, basado en la depredación de la naturaleza, nos lleva a la siguiente pregunta: ¿es posible vivir de otra manera? La respuesta es que no sólo es posible, sino indispensable, si queremos dejar a las generaciones siguientes un mundo habitable.

Parece una utopía, sin embargo hay casos concretos de personas que habiendo vivido en la “modernidad” decidieron retomar el conocimiento ancestral de nuestros pueblos y lo fusionaron con las herramientas que se obtienen de vivir en las ciudades, de los estudios universitarios o del trabajo profesional, para desarrollar comunidades que lejos de acabar con su entorno natural lo están regenerando y enriqueciendo.